lunes, 8 de diciembre de 2008

Adicciones.... Parte 3

En este agobiante y feriado lunes para la mayoría de la gente terminamos nuestra recorrida, acerca de los distintos tipos de adicciones, que se suceden en nuestra sociedad. Esta adicción, junto a la del alcohol, se encuentra enmascarada dentro de un gran negocio publicitario como son los cigarrillos. Es decir en el dia de hoy, abordaremos al tabaco, como otro elemento de sumo peligro para la sociedad. Desde ya les pedimos disculpas por lo extenso del texto , pero nos parecio relevante toda la info que pudimos recolectar. Tomense el tiempo para leerlo y dejen su opinión o no.


El tabaquismo, ha sido incluido en el Código Internacional de Enfermedades (CIE–10) por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La dependencia al consumo de tabaco muestra muchas de las características de una enfermedad crónica. Los consumidores encuentran grandes dificultades para dejar de fumar y alcanzar una abstinencia permanente luego de un primer intento.

¿Qué es el Tabaco?
Es un arbusto de la familia de las solanáceas. Son dos las especies que se cultivan para su comercio: la nicotiana tabacum y la nicotiana rústica. Produce de diez a veinte hojas muy grandes con una forma parecida a la punta de una lanza. Las flores pueden ser blancas, rosadas, rojas o violáceas.El tabaco contiene químicos venenosos, el más conocido es la nicotina, droga adictiva y estimulante altamente tóxica que, en grandes dosis, puede producir la muerte a un hombre de peso normal, cuando hay más de 50 mg en el aparato circulatorio.La nicotina es sólo uno más de los cuatro mil componentes del humo del tabaco, que contiene, entre otras, las siguientes sustancias nocivas: amoníaco, benzopireno, cianuro de hidrógeno, dióxido de carbono, monóxido de carbono y restos de plomo o arsénico.

¿Qué es el Tabaquismo?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es una dependencia a la nicotina. El consumo constante de ésta y otras sustancias que entran al torrente sanguíneo con cada inhalación, originan diversas enfermedades. Es, además, una de las principales causas de mortalidad en el mundo, lo que ha contribuido a desarrollar conciencia acerca de su nocividad. Fumar más que un hábito, es una forma de drogadicción, ya que el consumo de tabaco cumple con todos los criterios que definen al uso de una sustancia como tal: existencia de tolerancia; dependencia; síndrome de abstinencia ante su ausencia; comportamiento compulsivo.
El hábito de fumar genera tres formas de dependencia:
• Física: provocada directamente por la nicotina, responsable del síndrome de abstinencia. • Psicológica: el hábito de fumar se ha convertido en una compañía en diferentes situaciones, y parece imposible cambiar esta relación. • Social: el fumar sigue siendo un acto social, se hace en grupos, en reuniones con amigos, y entre los adolescentes tiene muchas veces un significado de rebeldía y de madurez.

Fumador Pasivo/ AdicciónFumador pasivo La exposición al tabaco ambiental es causa de enfermedades en los no fumadores. Los niños experimentan aumento de infecciones respiratorias y disminución en la función pulmonar. Los adultos presentan efectos irritativos agudos, también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.Adicción al tabacoLa mayoría de los fumadores tiene dificultad para abandonar el hábito, porque son adictos a la nicotina. Uno de los principales problemas que enfrentan quienes deciden dejar de fumar es el síndrome de abstinencia, cuyos síntomas más frecuentes son la irritabilidad, somnolencia, fatiga, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, aumento de peso, urgencia de fumar. La mayoría de estos síntomas alcanzan su máxima intensidad entre 24 a 48 horas luego de la cesación y van disminuyendo lentamente en un período de 2 a 4 semanas. Los consumidores corren el riesgo de contraer cáncer de pulmón, enfermedades coronarias y la posibilidad de muerte por otras causas vinculadas con el tabaco. Existe una relación dosis–respuesta, de modo que el riesgo aumenta de acuerdo con el número de cigarrillos diarios, el tiempo de exposición y la edad de inicio.

Riesgos

Cáncer
El tabaco es el principal factor para el desarrollo de cáncer de pulmón y el responsable del 90% de las muertes ocasionadas por este tipo de dolencia y del 30 a 40% de las producidas por cáncer en general. Constituye una de las combinaciones de carcinógenos más potentes: produce diversos tipos de cáncer, no sólo de pulmón y causa alrededor de 148.000 muertes por año.

Enfermedad cardiovascular
Fumar aumenta el riesgo de arteriosclerosis, dificulta la circulación sanguínea y la nutrición de los tejidos, y es uno de los principales factores de riesgo de cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular.

Patología respiratoria
El hábito de fumar predispone a infecciones, neumonías, enfisema y bronquitis crónica. También agrava el asma bronquial e induce su aparición en niños.

Complicaciones en el embarazo
Las mujeres que fuman tienen mayor riesgo de aborto, parto prematuro, muerte neonatal e hijos de bajo peso al nacer.

Mayor riesgo de osteoporosis
Es una enfermedad del esqueleto que se caracteriza por el debilitamiento progresivo de los huesos. Es más frecuente en mujeres. El cigarrillo actúa negativamente reduciendo los niveles de estrógenos y quitándoles protección a los huesos.

Otras afecciones
El tabaquismo puede provocar también: úlceras de estómago y duodeno, problemas dentarios, trastornos de la visión, aparición de arrugas prematuras en la piel, caída del cabello, impotencia sexual en el hombre y disminución de la fertilidad y/o climaterio precoz en la mujer.

Beneficios al Dejar de Fumar

A los 20 minutos:
La presión arterial baja a su nivel normal. El ritmo cardíaco desciende a la cifra normal. La temperatura de los pies y de las manos aumenta a su punto normal.

Pasadas 8 horas:
La concentración de monóxido de carbono en la sangre baja a su nivel normal. La concentración de oxígeno en la sangre sube a su nivel normal.

A las 24 horas:
Disminuye el riesgo de sufrir un infarto cardíaco.

Una vez cumplidas las primeras 48 horas:
Las terminaciones nerviosas comienzan a regenerarse. Aumenta la agudeza del olfato y del gusto. Caminar se vuelve más fácil.

De 2 a 3 semanas:
Mejora la circulación. La función pulmonar aumenta hasta en 30%.

De 1 a 9 meses:
Disminuyen la tos, la congestión nasal, la fatiga y la falta de aliento. Vuelven a crecer cilios en los pulmones, lo que aumenta la capacidad para arrojar flemas y resistir a las infecciones. Un año después, el riesgo de padecer insuficiencia coronaria es 50% menor que el de un fumador.

Tratamiento

Tratamiento sustitutivo con nicotina
El uso apropiado de productos sustitutivos de la nicotina consigue duplicar la tasa de abstinencia a los 6 y 12 meses, con respecto al tratamiento con placebos. Se aconseja su uso en fumadores de más de 10 cigarrillos/día y que no presenten contraindicaciones. Sus resultados mejoran cuando se acompaña de una intervención de apoyo (consejo médico y/o terapia de apoyo). En cualquier caso, a pesar de ser fármacos de venta libre en farmacias, su administración debe atenerse estrictamente a las indicaciones de uso. Estos sustitutivos de la nicotina pueden administrarse por vía transdérmica (parches), oral (goma de mascar o caramelos), intranasal (spray nasal) o inhalatoria. La tasa de abstinencia media conseguida entre los 6 meses y un año de tratamiento, alcanza entre un 25% y un 35%.

Terapia de apoyo especializada
Debido a su elevado costo, la terapia de apoyo especializada no va dirigida a toda la población fumadora, sino a grupos de alto riesgo que han fracasado ante otros tratamientos. Quienes requieren este tipo de intervención asistencial son:• Fumadores disonantes, es decir, con una alta dependencia al tabaco y fracasos previos en mantener la abstinencia.• Pacientes que presentan serios problemas de salud relacionados con el uso del tabaco.• Mujeres embarazadas. Las unidades especializadas en este tipo de tratamiento, a través de relativamente pocas sesiones terapéuticas intensivas y de seguimiento, ofrecen intervenciones que combinan técnicas de apoyo psicológico (para dotar a los pacientes de estrategias prácticas a fin de lograr y consolidar la abstinencia: conductuales, cognitivas, dinámica de grupos) con técnicas de resolución de problemas y entrenamiento en habilidades de afrontamiento, con soporte terapéutico y social.

Tratamiento farmacológico (bupropión, TSN, etc.).
Al igual que sucede en otros tipos de adicciones, el problema de las recaídas es uno de los principales retos a enfrentar en el tabaquismo. En tal sentido, este tratamiento especializado se inicia con una sesión individual de diagnóstico y preparación, y se continúa con cinco sesiones de terapia grupal (20–25 fumadores), o individual si es preciso, de una hora de duración, repartidas a lo largo de un mes. Con posterioridad se realizan controles de seguimiento a los 3, 6 y 12 meses. Este enfoque presenta una alta eficacia, entre un 30 a un 50% de abstinencia en un año. Las revisiones realizadas no han encontrado diferencias significativas entre este tipo de tratamiento realizado de forma individual o grupal.

Acupuntura
A pesar de la popularidad y la amplia oferta existente de métodos para dejar de fumar basados en la acupuntura, no existe evidencia científica de que sus efectos sean mejores que los de un placebo.

Terapias de aversión
Consisten en asociar una sensación desagradable al tabaco, por ejemplo: náuseas. Cuando el fumador siente deseos de fumar, recuerda la sensación desagradable. No existe evidencia científica sobre su eficacia.

Hipnosis
Esta técnica se basa en situar al fumador en un estado de mayor receptividad a las sugestiones para dejar de fumar. Según Shwartz, después de analizar 50 estudios basados en la hipnosis, los resultados son contradictorios, aunque parece que combinada con técnicas de apoyo psicológico y cambio de comportamientos los resultados son mejores.