sábado, 11 de octubre de 2008

Cronicas..... parte 2

En esta ocasion concluimos lo que fue la visita a la feria del libro de este año. Espero que la primera parte les haya sido de su agrado y que la conclusion les deje de que pensar... o no. Lo importante es que lo lean.

Viene de Cronicas.... parte 1

Siguiendo mí recorrido, ya con una sola compañía (para mi fortuna, femenina), empecé a buscar un stand específico ya que tenía que encontrar un libro pedido por mi papa (El mundo sin nosotros, de Alan Weisman, de editorial Sudamericana) y mientras lo buscábamos, volvimos a ver la influencia que tienen las empresas en este gran mundo del saber, de la cultura.
Para nuestro asombro, vimos que había un Stand de una bebida alcohólica que deja la boca con color verde, en medio de toda esa parafernalia de libros, realmente increíble y como pasa en todas las expresiones de la llamada “industria cultural”, en cada parada que hacíamos me veía abordado por promotoras, que en su mayoría rendían culto al cuerpo perfecto; Sin dudas que uno cae en ese juego tan vil de quedar atontados por cuerpos casi perfectos y de ir a Stands que a sinceramente no me interesaban, el simple hecho de ver esas figuras era lo que me motivaba a ir.
Finalmente pude conseguir el libro que tanto quería mi papa, y observando a mi pequeña compañera, que parecía tener compulsión por los libros (se compro cinco libros) me agarro una pequeña tentación, que me parece le pasa a todo aquel que va la feria, la de comprar cuanto libro interesante viera, y estuve a punto de comprar un par, casi me compro el del economista Marcelo Elbaum, Hombre rico, hombre pobre pero mi compañera me persuadió, diciéndome que ella lo tenia. Hasta el momento lo sigo esperando pero bueno ya llegara el momento de hacerme rico y así poder comprarme todos los libros que me interesen.
Una vez que ya teníamos los libros que habíamos ido a buscar, nos dedicamos a ver los distintos stands que había en los pabellones y quede impresionado por la presentación y el esmero que había en cada uno. Pasamos por los Stands de las provincias, por el de varios países, entre ellos por el de Estados Unidos, que no tenia libros prácticamente y si una escala de cohete espacial, teniendo espacio para formularme otra pregunta acerca de que función cumplía eso en una feria del libro y más en el espacio de un país, caracterizado por tener grandes escritores.
Ya sin fuerzas físicas debido a la gran caminata que realizamos durante tres horas y particularmente abombado por tanto conocimiento que se me vino encima, decidimos volver a reunirnos con el grueso de nuestros compañeros e ir lentamente saliendo de la feria, no sin antes pensar muy por dentro mió, la variedad de culturas que tuve la posibilidad de observar durante esa noche y esa sensación de enriquecimiento que me quedo es algo que me motiva, a pesar de todas las pautas que le dan la derecha a esa critica que se hace sobre la industria cultural que he estudiado, a volver el año que viene.
Tengo que reconocer que haber ido a la feria del libro me dejo muchas más cosas de que las que había pensado, antes de ir. Observe que este lugar no esta solamente destinado para los amantes de la literatura, sino que es para toda la gente, de todas las edades y estratos sociales, ya que permite abrir conocimientos para la gente que a lo mejor no tiene la posibilidad de acercarse a la cultura escrita. Incluso me atrevo a mencionar en esta conclusión a la que llegue al padre de la filosofía, Sócrates, (personaje que se ha metido en mi pensamiento en estas últimas semanas) quien permanentemente lucho por que el conocimiento sea capacidad y derecho de todos los seres humanos y no de una minoría selecta. De manera tal que concluyo, que todas las personas tenemos derecho al acceso a la cultura, a la literatura, porque en cierta forma todos contribuimos a la construcción de la cultura en el país, que es lo que genera nuestra identidad como sociedad.