jueves, 6 de noviembre de 2008

Reseña sobre el dueño del blog

Buenos dias, aprovechando este feriado que se dio en medio de la semana ( no para todos desde luego), voy a mostrarles un trabajo realizado hace ya tres años ( que tengo que actualizar desde luego) en el que habia que hacer una breve autobiografia sobre uno mismo y lo que leeran a continuacion fue lo que salio. a disfrutarlo o no, yo me voy a la pile....

La historia de este muchacho se remonta casi 19 años atrás, exactamente al caluroso mes de mayo de 1986. Eran tiempos de expectativa, debido al comienzo del mundial de fútbol realizado ese año en México. El mundo entero seria testigo del nacimiento de una leyenda futbolística, como fue Diego Armando Maradona.
Acá en la Argentina, también se vislumbraba un nacimiento; el del tercer hijo de Carlos Daniel Cuccioletti, descendiente de familia italiana de la región de Marcas, sobre el Adriático y de Silvia Susana Morena, con raíces del Piamonte, en el noroeste de Italia; Dos familias de fuertes personalidades. El paso del tiempo, ha sido testigo de sus interminables reuniones, fiestas y eventos en los que han participado, demostrando la alianza incondicional entre ambos clanes. Siguiendo la tradición familiar Carlos Daniel, su padre Carlos Antonio, bautizó con el nombre de Pablo Daniel al vástago que estaba por llegar
A Pablo siempre le fascino él inició del día y su nacimiento se dio temprano, a las 9:10 de la mañana del 28 de mayo, fue sacado del vientre de su madre y lloró, como aquella persona a la que la sacan de un lugar en el que se siente seguro, lejos del peligro. Era el momento de conocer la vida.
La infancia fue una etapa de dificultades para él. Sus problemas para hablar, hacían que no pudiera expresarse bien y en el jardín era visto, diciéndolo mal y pronto, “como un indio”. Quería un juguete que tenía otro nene, gritaba, el nene no le entendía y él lo golpeaba. Así pasaba todos los días; la expulsión estaba muy cerca, las maestras no querían tenerlo y sus compañeros no se le acercaban. Una persona llamada Ana, le dio una esperanza a Pablo cuando parecía que la única solución era aislarlo de todo y de todos. Ella le enseño a hablar, a saber expresarse, a pedir algo sin tener que lastimar al otro;
Él no desaprovecho la ayuda que le proporcionó esa cálida mujer y fue cambiando lentamente. Empezó a leer cuentos, libros y también a escribir sus propias historias, en las que mezclaba suspenso, acción y terror.
Llegando a la decena de años, Pablo ya no tenía problemas de expresión, es más era número puesto para hablar en los actos escolares, siendo elogiado por aquellas maestras que alguna vez corrieron despavoridas, con tal de no tenerlo en su división.
Llegando a la etapa adolescente, ya en otro colegio, Pablo siguió motivado en su afán de escribir y leer en actos escolares. Una vieja profesora, a quien actualmente el cáncer la esta matando, lo instó a que leyera, él solo frente a un auditorio repleto, un largo discurso del 17 de agosto. Esa vez fue especial, puesto que no habían pasado mas de dos semanas de la desaparición física de su abuelo paterno, Carlos Antonio(Maldito cáncer) y ante la emocionada mirada de su abuela Estella, de su mama Silvia y de sus hermanas Romina y Cecilia hizo una lectura brillante de principió a fin, a lo mejor sabiendo que desde el cielo, su nono lo estaría escuchando.
Ya en los últimos años de la secundaria, Pablo no leyó ningún otro discurso e incluso si estaba en los actos, se dedicaba a criticar a quienes los leían, en una actitud de por sí soberbia, pero que no quita el hecho de que él siempre leía bien un discurso y se le entendía todo, a diferencia de otras pobres personas. Fue una época en la que pensaba en otras cosas como en el viaje a Bariloche, en el que en un estado de total ebriedad, se sacó sus zapatillas, las dejó afuera de su cuarto y por la mañana ya no estaban; Volviendo al tema de los discursos, hubo uno que Pablo si o si quería leer: el discurso de despedida del colegio por parte de su división y como era costumbre para él y su familia, los Cuccioletti-Morena, su voz fue la única que se escucho clara, durante todo el tiempo que duro su discurso. Después vinieron los otros oradores, no tan brillantes como él, pero que lamentablemente había que escuchar y respetar. Al fin y al cabo hicieron lo que pudieron.
El nuevo año le trajo al, cada vez más hombre Pablo, nuevos desafíos. Hacer el CBC y conseguir un trabajo, eran las nuevas metas para seguir su desarrollo cultural y crecer como ser humano. El CBC de Ciencias de la Comunicación, era difícil pero no imposible de aprobar en un año; Fue metiendo una materia tras otra, Pensamiento Científico, Semiología, Sociología, Psicología. Restaba solo una, la “odiada” Economía y otra vez había una razón divina para que Pablo diera una lección oral que le permitiera aprobar la última materia que le quedaba en el tintero. Su abuela materna Beatriz, fallecida el día anterior, siempre le brindo su apoyo y su amor, escuchando hasta altas horas de la madrugada las historias inventadas por él, cuando era un niño. Ella lo iluminó desde el cielo y al día siguiente, tuvo una actuación que le permitió sacarse de encima el filtro del CBC. Ya lejos de los discursos escolares, Pablo madura día a día, golpe a golpe. Arrancó su aventura universitaria y tiene un trabajo que le permite darse satisfacciones. En su momento de relax puede sentarse a escribir en su computadora, pensando en como cambiaron las cosas desde el momento en que salió del cuerpo de su madre. El instante en el que empezó a conocer la vida, aunque Pablo admite que aún le falta para conocer la vida en su totalidad. Eso se da con el tiempo y Él va por buen camino.